miércoles, 24 de febrero de 2021

Carta o epístola de Juan Zorrilla de San Martín a su hijo José Luis.

                                                     Montevideo, 20 de mayo de 1914


Mi querido José Luis:

                               Llegaron ayer las dos cartas suyas, una para Elvira y otra -por fin- para mí. El correo anda como la mona. Ya se regularizará y acaso aparezcan las cartas que por lo visto has mandado y se han perdido. Mucho me ha interesado tu impresión de París y la calle Lubeck donde vives.

                                ¿Conque has sufrido un desencanto con el gran Rodin? No me sorprende. Los sufrirás y mayores de los que puedas imaginar. Pero son desencantos  educativos. Eso es todo: ver las realidades a través de las apariencias: evitar la poudre aux deux, los prestigios clamorosos.

                              Por esta santa casa, la procesión sigue su curso, mi ruda labor de Punta Carretas me impidió, efectivamente, tener el gusto de recibir el otro día a Bimba; pero he encargado a Elvira que la invite en mi nombre a comer uno de estos días con nosotros. No faltará, por cierto, ni el fiambrecito ni las bananas clásicas con que se obsequia a las personas que nos son queridas en este hogar.

                            Y nada más por ahora, pues mi principal objeto ha sido, al escribirte cuatro letras, el no contar con las promesas de tus activos hermanos. Recibe, pues, por mi intermedio, el abrazo de ellos. Y muy especialmente el muy cariñoso de 

                                                                     Tu padre


                                   A mí me aplauden. Las historias que China no contó. Diego Fischer.