Los
músicos
Los niños daban
largos paseos por el campo marciano. De cuando en cuando abrían las olorosas
bolsas de papel y metían allí las narices, y respiraban el penetrante aroma del
jamón y de los encurtidos con mayonesa y escuchaban el gorgoteo de la naranjada
gaseosa en las botellas tibias. Balanceaban las bolsas de comestibles, repletas
de cebollas verdes, acuosas y limpias, de olorosas salchichas, de roja salsa de
tomate y de pan blanco, y se desafiaban mutuamente a desobedecer las órdenes
severas de las madres. Corrían gritando:
-¡El primero se
lleva todo!
Paseaban en
verano, en otoño o en invierno. En otoño era más divertido, pues imaginaban
entonces que arrastraban los pies entre las hojas otoñales de la Tierra. Los
niños de ojos de ágata azul, con las mejillas hinchadas de caramelos,
lanzándose órdenes teñidas de cebolla, se desparramaban como canicas sobre las
calzadas de mármol, a orillas de los canales.
Cuando llegaban a la ciudad muerta, a la ciudad prohibida, ya no
era hora de gritar: «¡El último que llegue es una mujer!» o «¡El primero que
llegue hace de músico!». Las puertas de la ciudad abandonada estaban
abiertas para ellos y creían oír unos tenues crujidos en el interior de las
casas, como hojas de otoño. Avanzaban imponiéndose silencio, unidos codo
con codo, agitando sus palos, recordando que sus padres les habían dicho:
«¡Allá no! ¡A ninguna de las ciudades viejas! Cuidado adónde vas. Recibirás la
paliza más grande de tu vida cuando vuelvas a casa. ¡Te miraremos los
zapatos!».
Allí, en la
ciudad muerta, un montón de niños, con sus meriendas a medio devorar, se
desafiaban los unos a los otros, con agudos cuchicheos.
-¡Aquí no hay
nada!
Y de pronto uno
de ellos echaba a correr y entraba en la casa de piedra más próxima, cruzaba la
sala y entraba en el dormitorio sin mirar alrededor comenzaba a dar puntapiés y
a moverse con pasos arrastrados, y las hojas negras y quebradizas volaban por
el aire. Detrás de ese niño corrían otros seis, y el primero hacía de músico,
tocando los blancos huesos xilofónicos que yacían bajo los copos cenicientos.
Una enorme calavera aparecía a veces rodando, con una bola de nieve, y los
niños gritaban. Las costillas parecían patas de araña y lloraban como un arpa
de sonidos apagados, y lo negros copos de la mortalidad volaban alrededor de la
arrastrada danza de los niños. Se empujaban unos a otros y caían entre las
hojas, en la muerte que había transformado a los muertos en copos y sequedad,
en un juego de niños con estómagos donde goteaba la naranjada gaseosa.
Y salían de una
casa para entrar en otra, y así visitaban diecisiete casas, recordando que los
horrores de todas las ciudades negras serían eliminados por los bomberos,
guerreros antisépticos armados de palas y cajones, apartando con las palas los
andrajos de ébano y las barras de menta de los huesos, separando lenta y
eficazmente lo terrible de lo normal. De modo que los niños tenían que jugar de
prisa, ¡pues muy pronto llegarían los bomberos!
Luego los niños, de rostros luminosos de sudor, mordisqueaban el
último emparedado. Y después de un puntapié final, de un último concierto de
marimba, de una última arremetida al montón de hojas otoñales, volvían a sus
casas.
Las madres les
examinaban los zapatos en busca de copos negros, y una vez descubiertos, venían
los baños calientes y las palizas paternas. A fines de ese año, los bomberos
habían rastrillado las hojas secas y los blancos xilófonos, y se había acabado
la diversión.
Crónicas marcianas, Ray Bradbury.
Propuesta escrita de septiembre
Lee con atención el fragmento de Los músicos de Crónicas marcianas.
1 1)Identifica
tres recursos literarios y explica qué efecto produce en el texto.
¿2) ¿Por qué
piensas que los padres impedían a sus hijos visitar aquel lugar?
3 3)Escribe
en un párrafo de seis líneas aproximadamente sobre qué trata el texto.
4 4¿Qué te
parece que el narrador y su autor implícito quiere criticar sobre la sociedad
estadounidense en el primer párrafo?
a)
El
consumismo extremo de la comunidad.
b)
El ocio
de los niños y sus peligros.
c)
La comida
chatarra y bebidas gaseosas.
d)
El papel
de los bomberos.
5¿Quiénes
son los protagonistas del relato?
a)
Los niños
marcianos.
b)
Las
madres terrestres.
c)
Los niños
terrestres.
d)
Los
padres marcianos.
6)
Estudia
los enunciados subrayados como lo hicimos en clase.